Elogio de las pequeñas charlas con extraños

Cómo cambiar tu actitud para cambiar tu vida

 "No seas demasiado tímido y aprensivo con tus acciones. Toda la vida es un experimento. Cuantos más experimentos hagas, mejor".

Ralph Waldo Emerson, Diario íntimo

Quizá no haya ninguna tarea que podamos plantearnos que ofrezca mayores recompensas que la de esforzarnos por dominar el mundo interior. Porque no importa lo que nos haya ocurrido hasta ahora, ni lo que nos pueda ocurrir en el futuro, una mayor armonía interior sólo puede mejorar nuestro bienestar. Esta tarea también es única en el sentido de que no requiere recursos adicionales para comenzar, ni ayuda de otros, y se puede trabajar en ella en cualquier lugar y en cualquier momento. Todo lo que se requiere es la voluntad de experimentar y el conocimiento de algunas de las herramientas que tenemos a nuestra disposición. En este artículo, y en los siguientes, exploraremos una variedad de estas herramientas y veremos cómo integrarlas en experimentos de vida que pueden ayudarnos a desbloquear un estado mental más floreciente.

como cambiar tu actitud
Imagen: Pixabay

La primera herramienta que vamos a examinar es el reencuadre cognitivo. El reencuadre cognitivo es un método para el cambio de pensamiento autoinducido. Se puede utilizar para muchos propósitos, como minimizar el impacto de los pensamientos intrusivos, corregir las creencias erróneas que dan lugar a los miedos irracionales, o incluso escapar del tirón de las cavilaciones depresivas. Cuando se aplica de forma sucesiva, el reencuadre cognitivo nos aleja de los patrones de pensamiento que nos hacen sufrir y nos lleva a los más propicios para una buena vida. En este artículo vamos a explorar cómo podemos utilizar el reencuadre cognitivo para reestructurar nuestra actitud. Porque nuestra actitud es muy a menudo lo que nos mantiene encerrados en una vida estancada de sufrimiento y nuestra actitud es un elemento del mundo interior que puede ser modificado en un grado notable.

Si queremos tener alguna esperanza de lograr este tipo de transformación, tenemos que aceptar que nuestra actitud actual no es un producto singularmente preciso de nuestra vida hasta ahora. Es fácil pasar por alto este hecho y creer que una mala actitud por nuestra parte está justificada por lo que hemos tenido que soportar. Una educación difícil, el maltrato de los demás o la simple mala suerte pueden convencernos fácilmente de que nuestra actitud, aunque no sea ideal, se basa en la realidad de nuestra situación. Esta creencia, sin embargo, pasa por alto dos consideraciones importantes. En primer lugar, los seres humanos son susceptibles de todo tipo de prejuicios, propensos al autoengaño y capaces de las mayores ilusiones. Pero incluso si concediéramos que gran parte de lo que ha esculpido nuestra actitud se basa en hechos, y no en nuestra visión distorsionada de los mismos, esto plantea la siguiente serie de preguntas: "¿Qué hechos?", "¿Por qué esos hechos?" y "¿Por qué no otros? Porque, como dijo William James, el mundo es una "confusión floreciente y zumbante" y para que surja el orden, ya sea el orden de una teoría científica, o el orden que crea nuestro sentido del yo y nuestra actitud hacia la vida, debemos ser selectivos sobre qué hechos nos centramos, cuáles disminuimos y cuáles ignoramos por completo. O como explica Arthur Koestler:

"Sin los pequeños y duros trozos de mármol que se llaman 'hechos' o 'datos' no se puede componer un mosaico; lo que importa, sin embargo, no son tanto los trozos individuales, sino los patrones sucesivos en los que los ordenas, luego los rompes y los reordenas".

Arthur Koestler, El acto de la creación

Nuestro pasado puede ser el material de partida con el que se construyeron los cimientos de nuestra actitud, pero este material puede ser esculpido de muchas maneras y el reencuadre cognitivo puede ayudarnos a conseguir esta hazaña.Porque reencuadrar es simplemente crear nuevos patrones de autoordenación cambiando la forma en que percibimos los hechos de nuestra vida y cambiando la forma en que encadenamos estos hechos.

"Reencuadrar significa cambiar el marco conceptual y/o emocional o el punto de vista en relación con el cual se experimenta una situación y colocarla en otro marco que se ajusta a los "hechos" de la misma situación concreta igual de bien o incluso mejor, y por lo tanto cambia todo su significado. El mecanismo en cuestión no es inmediatamente evidente, sobre todo si tenemos en cuenta que se produce un cambio mientras que la situación en sí misma puede permanecer inalterada y, de hecho, incluso inalterable. Lo que resulta cambiar como resultado del reencuadre es el significado atribuido a la situación, y por tanto sus consecuencias, pero no sus hechos concretos..."

Cambio: Formacion y solucion de los problemas humanos

Ahora vamos a ver cómo podemos integrar el reencuadre cognitivo en un experimento de vida que puede ayudarnos a cultivar una actitud más empoderada. El primer paso de este experimento es "empezar con el fin en mente" (Steven Covey). Deberíamos hacernos las siguientes preguntas: ¿Quiénes nos gustaría ser? ¿Qué valoramos? ¿Y qué queremos de la vida? Deberíamos escribir nuestras respuestas, ya que este ejercicio y los siguientes serán más efectivos si ponemos el lápiz sobre el papel. Con nuestro fin en mente, debemos preguntarnos si hay algo en nosotros mismos, o en este mundo, que excluya absolutamente esta posibilidad. Si no existen barreras insuperables, entonces hemos formado lo que el psicólogo William James llamó una opción viva.

Con nuestra opción vital en mente, el siguiente paso es hacer un ejercicio llamado contraste mental. Consiste en escribir cómo vemos nuestra vida si nos quedamos como estamos ahora, en contraste con cómo será nuestra vida si nos movemos hacia el ideal de nuestra opción de vida. Este ejercicio no sólo aumentará nuestra conciencia de la necesidad de cambiar y del bien que nos espera si cambiamos, sino que también creará un estado emocional elevado que puede hacer que el siguiente paso de este experimento sea más eficaz. Porque, como escribe Michael Mahoney en Human Change Processes:

"es en los crisoles de las [emociones] intensas personalmente significativas donde los patrones de experiencia pueden ser más poderosamente reordenados"

Michael Mahoney, Human Change Processes

O como dijo Arnold Bennett:

"No puede haber conocimiento sin emoción. Podemos ser conscientes de la verdad, pero hasta que no hayamos sentido su fuerza, no es nuestra. A la cognición del cerebro hay que añadir la experiencia del alma".

Arnold Bennett

Con la experiencia de nuestra alma apoyándonos, estaremos psicológicamente preparados para reinterpretar nuestro pasado de una manera que justifique una actitud más empoderada. Un ejercicio que puede ayudarnos en este sentido es escribir una breve narración de la vida que enmarque los acontecimientos de nuestro pasado de tal manera que al final de la narración estemos firmemente plantados en el camino de nuestra opción de vida. Este ejercicio, en otras palabras, utiliza nuestro futuro deseado para remodelar nuestra concepción del pasado reconociendo que:

"...lo que un individuo busca llegar a ser determina lo que recuerda de su ha sido. En este sentido, el futuro determina el pasado".

Rollo May, Existencia

Un ejemplo puede aclarar el proceso de reencuadre. Tal vez seamos un individuo que ha pasado años a la deriva por la vida, logrando poco de lo que sentirse orgulloso y atrapado en una actitud de apatía y abatimiento. Para salir de este estado de ánimo no tenemos que negar nuestro pasado, pero sí tenemos que mirarlo desde un ángulo diferente. En lugar de ver nuestros años como un desperdicio, podemos centrarnos en lo que nos ha enseñado la experiencia de la vida de esta forma: Hemos aprendido el peligro de ir a la deriva, la necesidad de un enfoque más activo y la facilidad con la que pueden pasar los años. Esta experiencia podría interpretarse como la chispa de la necesidad que encendió la mecha de una existencia más empoderada, y estos "años perdidos" podrían reinterpretarse como el escenario de la redención.

"El proceso de revisión de la historia de una vida no consiste en negar los hechos", escribió Michael Mahoney "disminuyendo la realidad del sufrimiento pasado, o -por decirlo gráficamente- "soplando sol por el culo". Es, sin embargo, una exploración de interpretaciones y evaluaciones alternativas".

Michael Mahoney, Procesos de cambio humano 

Mientras nos esforzamos por reesculpir los cimientos de nuestra actitud con un reencuadre cognitivo, debemos reconocer que ese cambio no se logrará en una sola sesión. Se necesita tiempo para cultivar los nuevos patrones de pensamiento que apoyan una visión más empoderada de la vida y por esta razón debemos considerar el desarrollo de un hábito de diario. Con este hábito, cada día tenemos la oportunidad de desafiar los patrones de pensamiento que nos frenan y escribir interpretaciones de la vida más empoderadas. Muchos grandes personajes, tanto del pasado como del presente, han encontrado este hábito de gran valor. Francis Bacon, el polímata inglés del siglo XVI, era tan aficionado a esta forma personal de correspondencia que proclamaba:

"Que se usen, pues, los diarios".

Francis Bacon

Tom Morris, en su libro True Success (El verdadero éxito), señala que cuando utilizamos sistemáticamente un diario estamos

"...interpretando para [nosotros mismos] las direcciones de [nuestras] vidas, [nuestros] pasados, presentes y futuros. Los pequeños detalles y los grandes desarrollos.  [Estamos alcanzando claridad sobre [nuestros] propios corazones. ...llegando al autoconocimiento así como al conocimiento del mundo. [Nuestros objetivos para el trabajo, para la vida familiar y para el desarrollo personal crecen naturalmente a partir de este conocimiento, como un poderoso subproducto de nuestros hábitos de articulación.

Tom Morris, True Success (El verdadero éxito)

Si somos persistentes en el uso de la escritura para cuestionar quiénes creemos que somos y hacia dónde pensamos que vamos, lenta pero seguramente alteraremos nuestra forma de ver el mundo y daremos a luz una nueva actitud. Si realmente tenemos éxito en nuestro empeño, este proceso de reencuadre cognitivo puede equivaler a un cambio de nuestros dioses. Como escribió el poeta romano Virgilio, "nuestro destino se construye con la elección de los dioses", y lo mismo puede decirse de nuestra elección de actitud. Nuestra actitud determina nuestro destino: nos dice lo que es posible y lo que no. Pero a diferencia de los dioses, que pueden parecer inalcanzables para nosotros, simples mortales, nuestra actitud puede cambiar y, como escribió William James:

"El mayor descubrimiento de mi generación es el hecho de que los seres humanos pueden alterar sus vidas modificando sus actitudes mentales".

William James, Principios de Psicología 

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