Elogio de las pequeñas charlas con extraños

La soledad: Dominando el arte de estar solo

"Lo mejor es la profunda tranquilidad en la que vivo y crezco contra el mundo, y cosecho lo que no pueden quitarme ni con fuego ni con espada". (Johann Wolfgang von Goethe)

el arte de estar solo
Imagen: Pixabay

Durante el último siglo, las sociedades occidentales han puesto gran énfasis en la importancia de las relaciones personales. Un consenso general e implícito reina en nuestra cultura: se cree que el sentido y la realización en la vida se encuentran principalmente a través de las relaciones con los demás.

Esta idea constituyó el núcleo de la escuela psicoanalítica del siglo XX llamada Teoría de las Relaciones con el Objeto. El ser humano, según esta escuela de pensamiento, es ante todo un ser social cuya principal necesidad es desarrollar relaciones seguras y gratificantes con los demás.

En palabras de David Bowlby, el miembro más famoso de este movimiento psicoanalítico del siglo XX:

"Los vínculos íntimos con otros seres humanos son el eje en torno al cual gira la vida de una persona, no sólo cuando es un bebé o un niño pequeño o un escolar, sino también a lo largo de su adolescencia y sus años de madurez, y hasta la vejez. De estos vínculos íntimos la persona saca su fuerza y su disfrute de la vida y, a través de lo que aporta, da fuerza y disfrute a los demás. Estas son cuestiones sobre las que la ciencia actual y la sabiduría tradicional están de acuerdo". (Apego y pérdida, David Bowlby)

Este énfasis excesivo en la importancia de las relaciones personales ha desviado nuestra mirada de la importancia de la soledad. El amor y la amistad, aunque son componentes importantes de una vida bien vivida, no son la única fuente de sentido y realización en la vida.

Dentro de nosotros existen dos impulsos opuestos: el impulso hacia el amor, la amistad y el sentido de comunidad con los demás; y el impulso hacia la individuación, la independencia y la autonomía. Nuestra sociedad hace demasiado hincapié en la importancia de saciar el primer impulso, y prácticamente ignora la importancia de satisfacer el segundo.

En este artículo, inspirado en las ideas del excelente libro de Anthony Storr, Solitude: A Return to the Self, investigaremos cómo la felicidad, el significado y la realización en la vida se pueden encontrar apreciando la importancia de la soledad, y aprendiendo a dominar el arte de estar solo.

La capacidad de estar solo y la salud psicológica

La mayoría de los terapeutas y psicólogos del último siglo han asumido que la salud psicológica y la madurez emocional pueden medirse únicamente por la capacidad de desarrollar relaciones seguras. En la década de 1950, el psicoanalista Donald Winnicott fue uno de los pocos que cuestionó esta opinión.

En su artículo titulado "La capacidad de estar solo", Winnicott sostenía que la capacidad de un individuo para abrazar la soledad y prosperar en ella debe considerarse un factor determinante de la salud psicológica.

"Probablemente sea cierto decir que en la literatura psicoanalítica se ha escrito más sobre el miedo a estar solo o el deseo de estarlo que sobre la capacidad de estarlo; también se ha hecho una cantidad considerable de trabajo sobre el estado de retraimiento, una organización defensiva que implica una expectativa de persecución. Me parece que ya es hora de discutir los aspectos positivos de la capacidad de estar solo".

La soledad y la autotransformación

Muchos individuos que han aprendido el arte de estar solos han comprendido que la soledad puede utilizarse como un escenario fértil para estimular la autotransformación.

Hoy en día, muchos individuos son demasiado conformistas, lo que significa que eligen un modo de vida que se espera de ellos en lugar de uno que resuene con su núcleo interno. Desarrollan una personalidad diseñada principalmente para complacer a los demás, y en el proceso permanecen ajenos a sus necesidades más profundas.

Ciegos a sus verdaderos sentimientos e instintos, estos individuos pueden llegar a un punto en el que sienten que su vida no tiene sentido. En lugar de abordar la vida como un lienzo experimental en el que descubrir su verdadero yo, se adaptan a las expectativas externas y a la opinión del consenso.

Una forma de escapar de las garras de una personalidad demasiado complaciente es buscar la soledad con el fin de estimular una transformación del yo. Los periodos de soledad pueden servir para reconectar con tus verdaderas necesidades y sentimientos, y volver a sintonizar con tu brújula interior, la única guía fiable que te dirige hacia tu realización.

No es de extrañar que los grandes líderes religiosos del pasado se hayan retirado del mundo durante un periodo de tiempo significativo en busca de una sabiduría profunda, duradera y transformadora; sólo regresaron a la sociedad para compartir sus hallazgos con el resto del mundo.

Anthony Storr escribió sobre la importancia de la soledad en la búsqueda de la autorrealización:

"Parece, por tanto, que es necesario un cierto desarrollo de la capacidad de estar a solas para que el cerebro funcione de forma óptima, y para que el individuo realice su máximo potencial. El ser humano se aleja fácilmente de sus necesidades y sentimientos más profundos. Aprender, pensar, innovar y mantener el contacto con el propio mundo interior se ven facilitados por la soledad". (Soledad: un retorno al yo, Anthony Storr)

Junto con Anthony Storr, el filósofo Michel Montaigne y el psicólogo Carl Jung comprendieron la importancia vital de la soledad.

Para Montaigne, la soledad era necesaria para liberarse de las limitaciones impuestas por los demás, mientras que para Jung, la capacidad de estar solo era vital para el "trabajo interior", es decir, para explorar las profundidades de la psique, el "mini-cosmos" interior.

"Debemos conservar una pequeña trastienda, toda nuestra, enteramente libre, donde establecer nuestra verdadera libertad y nuestro principal retiro y soledad". (Montaigne)

"Los años en que perseguí mis imágenes interiores fueron los más importantes de mi vida: en ellos se decidió todo lo esencial." (Carl Jung)

Trabajo creativo y soledad

Una forma de utilizar la soledad para estimular la autotransformación es dedicarse a alguna forma de trabajo creativo.

Como animales altamente sociales, nuestra identidad se desarrolla en gran medida a través de nuestras interacciones con los demás. Pero el trabajo creativo nos ofrece una oportunidad única de cambiar nuestra identidad por medio de la autorreferencia.

Mediante la exploración de nuestra imaginación y el intento de materializar en el mundo obras creativas novedosas, podemos redefinir nuestra visión del mundo y transformar nuestro sentido del yo.

En palabras de Storr:

"La persona creativa busca constantemente descubrirse a sí misma, remodelar su propia identidad y encontrar el sentido del universo a través de lo que crea. Para él, se trata de un valioso proceso integrador que, como la meditación o la oración, tiene poco que ver con otras personas, pero que tiene su propia validez. Sus momentos más significativos son aquellos en los que alcanza una nueva visión o hace un nuevo descubrimiento; y estos momentos son principalmente, si no invariablemente, aquellos en los que está solo". (Soledad: un retorno al yo, Anthony Storr)

La soledad en la actualidad

La soledad es un ingrediente clave en la búsqueda para satisfacer el impulso de individuación, independencia y autorrealización. Sin embargo, en la actualidad, la verdadera soledad es cada vez más difícil de encontrar.v

Los individuos de hoy, incluso cuando están físicamente solos, no experimentan la soledad. En su lugar, muchas personas pasan el tiempo solas viendo la televisión, u obsesivamente concentradas en su ordenador o smartphone.

A medida que más y más individuos se aíslan de la experiencia de la verdadera soledad, también encontrarán cada vez más difícil la individuación, es decir, convertirse en un individuo separado y único realizado a sí mismo.

Inmersos en las opiniones, ideas y expectativas de los demás -incluso cuando están físicamente solos- se ajustarán automáticamente a la visión del mundo socialmente aceptada, y tomarán un camino en la vida que se espera de ellos, en lugar de uno que satisfaga sus necesidades más profundas y haga justicia a su singularidad como individuos.

Soledad para los autorrealizadores

Si formas parte de la minoría que se dedica al proceso de individuación, es decir, a convertirse en la persona que eres capaz de llegar a ser actualizando tus potenciales superiores, la soledad es esencial. Debe dedicar tiempo y espacio a estar a solas con sus pensamientos: ya sea meditando, explorando sus "imágenes internas" o dedicándose a un trabajo creativo.

Los periodos de soledad le conectarán con los aspectos más profundos de su ser, le permitirán descubrir quién es realmente y qué quiere realmente de la vida, y le darán la capacidad de comprometerse con la autotransformación a través de la autorreferencia.

La soledad también te dará un respiro del mundo. El ruido, el ajetreo y los problemas que asolan el mundo pueden ser a veces abrumadores y destruir la salud de nuestra psique. La soledad, especialmente en los tiempos que vivimos, puede actuar como un antídoto muy necesario contra la locura del mundo.

"Cuando de nuestro mejor yo hemos estado demasiado tiempo nos separa el mundo apresurado, y caemos, hartos de sus negocios, cansados de sus placeres, qué graciosa, qué benigna es la soledad". (Wordsworth)

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